"El ser humano fallará, mil veces lo hará: lo harás, lo haré..."
Nos defraudaremos unos a otros, con intención o sin ella. Pero, ¿cómo permanecer y no acabar solo como la llorona o el ermitaño amargado de la colina?
Sin mirar lo acontecido, hay que sopesar todo lo bueno que ha tenido la relación, o pueda tener, (amigos, padres, hermanos, pareja, vecinos etc.), siendo sinceros: ¿aquella falta pesa más que todo lo pasado?, y aún así, hay que dejarla de lado para poder vivir.
"No está en el tamaño de la ofensa o en el perdonar o no, sino en la madurez de espíritu y cualidad de carácter donde radica el secreto para vivir en esta tierra. Siempre estaremos rodeados de gente, nos guste o no, nos necesitan, los necesitamos y en los momentos más álgidos veremos de qué estamos hechos, ellos, nosotros, tú, ustedes, yo y todos los demás".
Y tú, ¿cómo te lo vas a tomar?: ¿solo? o con dos de azúcar.